Love, LIFE, y otras delicias… aprendiendo a vivir.

Los días transcurren como si fueran minutos y pareciera que los años son sólo apenas semanas, en las que vagamente recuerdo cuando fue la última vez que no me sentía estresada…

“ESTRÉS” una palabra rara, que se ha vuelto común en las charlas del día a día… se habla de él como si fuera algo normal, como si fuera requisito de hoy en día, vivir con él…

Estos últimos meses de locura, en verdad que me he obligado  a fijar prioridades, en donde el detenerme a oler las flores y disfrutar de las pequeñas cosas se ha vuelto parte de mi filosofía diaria. He declarado que ya no quiero estrés, ni tampoco preocupaciones, culpas, apuros, etc… y cada vez que veo que el estrés empieza a tocar la puerta, me detengo en seco y pienso: ¿Qué pasaría si el día de hoy muero? ¿vale en verdad la pena preocuparme por esto? y siempre descubro que no.

¿Qué es lo que realmente vale la pena? la respuesta que obtengas es a lo que deberías de darle prioridad… y así es como últimamente me muevo., detenerme y realmente disfrutar la vida, buscar lo verdadero, lo que me hace feliz.

Este fin de semana Irving y yo nos escapamos, tratando de salir un poco de la rutina, nos fuimos a la Huasteca donde el tiempo se detiene y el 3G no llega… lo cual (nunca creí decir esto) resultó ser una bendición!

La Huasteca de verdad que me encanta, desde que tengo memoria mis papás siempre nos llevaban a mi hermano y a mí de paseo y es que… ¿en que otro lugar del planeta yendo por la carretera pasas una cascada? o ¿cruzas las puertas del cielo? o ¿atraviesas los puentes de Dios? e irónicamente sientes tanto calor como si estuvieras en el averno? solo aquí…  su gente, la comida, la vegetación…todo me encanta! y es que la vida aquí se respira diferente.

Es aquí donde uno puede pensar más claramente, sin preujuicios que nublen la mente, o vanalidades que distraigan; todo derrepente se vuelve más sencillo y la vida… la vida florece en todos sentidos.

Y así, pasando por los más hermosos parajes me dí cuenta de lo verdadero, de lo más sencillo y bello… y de pronto, me llegó esa claridad de pensamiento que me dice hacia donde ir y que me recuerda porqué hago lo que hago y me confirma si es que voy por el buen camino o tengo que cambiar de dirección.

Este fin me dejé perder en la Huasteca, y me gustó…

… jamás jamás olvido a mi Huasteca querida. Y cada vez que la energía negativa se trate de apoderar de mi, pensaré en lo que viví este fin de semana.

 

 

 

 

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